Este trabajo expone los resultados de una investigación llevada a cabo en la
Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de San
Juan (FAUD-UNSJ) durante el período 2016-2017. Su objetivo fue develar y
comprender las concepciones acerca de la tecnología y su relación con el diseño
gráfico de aspirantes al ingreso e ingresantes a la carrera de Diseño Gráfico de
la FAUD-UNSJ en 2017. El propósito fue valorar la coherencia de estas
concepciones con los marcos teóricos donde se sustenta la propuesta académica de
la institución y con un enfoque crítico frente a la tecnología. Para indagar en
las concepciones de los estudiantes se recurrió a la Teoría de las
Representaciones Sociales (
This work presents the results of a research conducted during the 2016-2017 academic period in the School of Architecture, Urban Planning and Design, National University of San Juan - Argentina (Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de San Juan - Argentina). Its aim has been to know and understand the main conceptions that aspirants to admission to this School have about technology and its relation with graphic design. The research has also focused on the evaluation of the coherence among the conceptions above mentioned and the theoretical framework that supports the academic proposal of the School, and at the same time, a critical focus on technology has been considered. A population of the 336 students, who attended the common entry course to start a career in the School of Architecture, Urban Planning and Design in 2017, constitutes the subject matter of this research. Two purposive non-probability samples were studied, formed by students who attended the entry course and who asserted, at the beginning and at the end of the course, that they were convinced of choosing the career of Graphic Design and during the first course. The Social Representation theory and its structural approach were applied to identify the students’ conceptions. Results revealed that conceptions of the students about technology were at the same time, ingenuous and reductionist, as well, they consider that very little relation between graphic design and technology exists.
La carrera de Diseño Gráfico fue creada en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (FAUD) de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) en el año 1999. En 2015, el Plan de Estudio original fue sustituido por otro, resultado de un valioso proceso participativo en el cual intervinieron gran parte de los docentes de la carrera, con una duración de más de cuatro años. En este nuevo Plan de Estudio (2015) se define al diseño como:
una actividad tecnológica caracterizada por su metodología proyectual y
relacionada con los modos en que las personas, de forma intencional y
organizadamente, modifican el medio natural y social para mejorar su calidad de
vida, actuando sobre los materiales, la energía o la información, en contextos
culturales, históricos y geográficos determinados (
Esta declaración sienta un posicionamiento claro frente al diseño gráfico como rama del diseño, pues lo aleja de otros, desde los que es concebido como actividad más vinculada a lo artístico y distante del universo tecno-científico. Es decir, una mirada coherente con una concepción del diseño donde lo estético y lo racionalista no se subordinan uno a otro, sino que constituyen un todo ligado.
En otras palabras, una visión en la cual la primacía de lo estético-simbólico
(cercana a la concepción del diseño de la Bauhaus) es sustituida por otra que
incorpora al mismo nivel a la racionalidad y el sustento en procesos
científico-técnicos (más próxima a la propuesta de la escuela de Ulm) (
Para
Además, el planteamiento del Plan 2015 de la FAUD es congruente con la comprensión de
que el campo de la tecnología “[…] incluye no solo el campo de los objetos sino
también el de la acción humana engendradora y receptora de esos objetos” (
En el caso de la propuesta pedagógica de los autores de este trabajo, la perspectiva
desde la cual se entiende a la tecnología es coherente con la Teoría Crítica de la
Tecnología de Andrew
El encuadre del diseño en el campo de la tecnología y la comprensión de esta desde el marco de la teoría crítica permiten evidenciar y poner en cuestión los principios filosóficos y políticos en los cuales se fundamentan las decisiones del diseñador, es decir, los principios que pueden justificar su acción. Asimismo, hacen ostensible la responsabilidad del diseñador frente al contenido implícito de los productos que genera. Dicho de otro modo, permiten hacer visible que “el diseño no es simplemente un ornamento de la vida cultural, sino una de las disciplinas prácticas que siempre plasma valores en su acción de transformar ideas abstractas en productos específicos” (Buchanan, 2000, p. 38).
En este contexto se consideró importante indagar en las concepciones de los estudiantes acerca de la tecnología y su relación con el diseño al momento de elegir la carrera de Diseño Gráfico. Conocer este estado inicial del pensamiento de los estudiantes al realizar su elección vocacional y compararlo con aquel que alcanzan a medida que avanzan en la carrera permitirá evidenciar y discernir las ideologías transmitidas implícitamente por nuestras prácticas pedagógicas, y de algún modo la efectividad de estas para alcanzar los fines esperados.
Debido a que “[n]o se puede enseñar ciencia y aun menos tecnología sin poner en
práctica valores y presupuestos ideológicos” (
El objetivo de la investigación fue conocer y comprender las concepciones sobre la
tecnología -y su relación con el diseño gráfico- de los aspirantes y estudiantes que
ingresaron a la carrera de Diseño Gráfico en la UNSJ en 2017. Para acceder a las
concepciones de los estudiantes se recurrió a la teoría de las representaciones
sociales, formulada por Serge Moscovici (1961). Esta teoría fue elegida para
entender los procesos de constitución del pensamiento social, es decir, las formas a
través de las cuales las personas, integrando lo psicológico y lo social, construyen
y son construidas por la realidad (
Esta teoría enmarca a la tecnología dentro del terreno de lo político, y habilita
una forma diferente para la comprensión del desarrollo tecnológico y el rol de
los aspectos sociales en este. Desde esta mirada, la tecnología es un producto
cultural y, como tal, no puede ser neutral porque en esta se expresan tanto la
cosmovisión como los intereses de los actores que participan en su diseño. Desde
esta perspectiva se entiende que “[…] las herramientas que utilizamos moldean
nuestra forma de vida en las sociedades modernas donde la técnica se ha
generalizado” (
Su desarrollo no es autónomo, sino que siempre existe variedad de tecnologías
posibles y de caminos hacia el progreso entre los cuales se puede elegir. Esto
conlleva comprender que un sistema tecnológico condiciona y limita las formas
posibles de organización de la sociedad (
Entendemos que la teoría crítica habilita una reflexión sobre la tecnología en un contexto amplio y desde un pensamiento alternativo a la racionalidad tecnológica dominante. Abre la posibilidad de incorporar nociones como el bien común, justicia social y equidad en las valoraciones sobre su desarrollo, y permite entender que desde el diseño de artefactos y sistemas es posible incidir sobre el orden social existente.
Desde un enfoque instrumentalista, se concibe a la tecnología como un medio
neutro, el cual no requiere explicación filosófica particular o justificación
alguna. Desde esta mirada, la tecnología es independiente de lo social y lo
político, porque no es considerada un producto cultural, sino una herramienta
neutral que puede ser usada con diferentes fines y son estos los que pueden ser
buenos o malos (
Para Feenberg (2002), la perspectiva instrumental ofrece una visión sobre la tecnología que es la de mayor aceptación desde el sentido común, y se apoya en la idea de que “las tecnologías son herramientas listas para servir a los propósitos de los usuarios” (p. 24). Esta mirada es funcional a sistemas tecnocráticos.
Desde una perspectiva determinista, además de afirmar la neutralidad de la tecnología, se entiende que el desarrollo tecnológico es lineal y determina de forma natural e inevitable el camino del progreso social y material (Giuliano, 2008). Es decir, siempre y en cualquier lugar, el desarrollo de la tecnología, que constituye un avance, lleva al mismo resultado.
Debido a que este desarrollo natural es considerado autónomo, queda
invisibilizada la posibilidad de su control (
La teoría de las representaciones sociales parte de la premisa que toda realidad
es representada. Es decir, que está condicionada por la historia, el contexto
ideológico y social que rodea a los sujetos. La realidad es producto de su
apropiación por parte de los individuos de un grupo, de su reconstrucción en su
sistema cognitivo y su integración en el propio sistema de valores. En el marco
de esta teoría, las representaciones sociales constituyen “una visión funcional
del mundo que permite a los individuos o los grupos darle significado a sus
conductas, entender la realidad a través de su propio sistema de referencias y
así adaptarse a él y definir su lugar en el mismo” (
Así definidas las representaciones conciernen a una forma específica de
conocimiento, el del sentido común, socialmente construido y compartido en el
seno de diferentes grupos (
Pero no solo guían el comportamiento de los individuos de un grupo, sino que
“remodelan y reconstituyen los elementos del medio en el que el comportamiento
debe tener lugar” (
En este trabajo se ha adoptado el enfoque estructural de las representaciones
sociales (
El núcleo se conforma por uno o varios elementos que le dan la significación a la
representación e involucran normas sociales y del sistema de valores, propios
del contexto cultural e histórico del grupo al cual pertenece esta. Este núcleo
o sistema central “[c]onstituye el elemento más estable de la representación, el
que asegura su naturaleza perenne en contextos que cambian y evolucionan” (
El sistema periférico es dependiente del núcleo y está compuesto por esquemas y
secuencias de información. Funciona como interface entre el núcleo central y la
situación concreta en la cual se elabora la representación. Es flexible y cumple
un rol esencial en la adaptación de la representación a los cambios del
contexto, integrando nueva información así como cualquier transformación del
entorno. De este modo protege al núcleo central de su eventual transformación,
porque marginaliza la presencia de cualquier elemento que pueda poner en tela de
juicio sus fundamentos, reinterpretándolo según la significación central o
asignándole un carácter de excepción (
En el marco descripto, la hipótesis de partida en la investigación fue que en los mapas representacionales de las representaciones sociales, sobre la tecnología, al momento en que los estudiantes elijan la carrera de Diseño Gráfico emergerían concepciones ingenuas y reduccionistas, más próximas a enfoques deterministas o instrumentalistas frente a enfoques críticos.
La investigación fue de tipo descriptivo y de carácter no experimental. Para llevarla adelante se conjugaron métodos propios de los enfoques cualitativo y cuantitativo. Se consideró la triangulación como estrategia válida no solo en la instancia de validación de datos, sino también en la de su obtención y procesamiento (Petracci y Kornblit, 2007). Por ello, se combinaron diferentes técnicas de recolección de datos y los resultados se analizaron en interrelación.
La población estuvo formada por los aspirantes al ingreso e ingresantes a la
carrera de Diseño Gráfico en la FAUD en 2017 (en total 336 sujetos). Se
delimitaron dos muestras intencionadas no probabilísticas (
La primera muestra estuvo conformada por los 17 aspirantes al ingreso, quienes asistieron a la primera semana del curso de ingreso común a las tres carreras de la FAUD, y manifestaron su intención de elegir la carrera de Diseño Gráfico. Las edades de los entrevistados estuvieron comprendidas entre los 17 y los 30 años. La media de edad fue cercana a los 20 años (19,82). En tanto la moda fue 18 y 19.
La segunda (muestra 2) estuvo constituida por los 17 ingresantes, estudiantes que aprobaron el curso de ingreso y asistieron a la segunda semana de clases del primer año común de las carreras de Diseño Gráfico y Diseño Industrial de la FAUD (excluidos los sujetos que integraron la muestra 1), quienes manifestaron su intención de elegir la carrera de Diseño Gráfico. Las edades de los entrevistados estuvieron comprendidas entre los 18 y los 25 años. La media de edad fue también cercana a los 20 años (19,71). En tanto la moda fue 18. En ambos casos se trató del total de jóvenes que manifestaron su intención de elegir la carrera de Diseño Gráfico.
Técnica de asociación y jerarquización de palabras (evocación jerarquizada).
Para
Para que una palabra o una expresión sean considerados prototípicas, es necesario
que se cumplan dos condiciones: a) alta frecuencia de evocación: la frecuencia
con que la frase o palabra es evocada, es alta en relación con el promedio de la
frecuencia media del total de palabras o frases evocadas (la frecuencia media de
evocación de la palabra constituye el indicador); y b) gran importancia
asignada: la importancia de una palabra se considera alta en la medida que
prevalecen situaciones en que esta es ubicada en primer lugar en relación con el
orden promedio de evocación (los rangos medios del orden de evocación de cada
palabra constituyen el indicador) (
Entonces el cumplimiento de ambas condiciones (elevada frecuencia de evocación y elevada importancia asignada) permite suponer que el sujeto le confiere un mayor valor simbólico a una evocación. Por otra parte, menor frecuencia y menor relevancia implican una conexión simbólica progresivamente menor.
El cruce de la frecuencia media de las evocaciones del conjunto de palabras con
la media aritmética de la importancia permite la construcción de gráficos
cartesianos. En ellos la ubicación de las palabras o frases en cada uno de los
cuadrantes devela diferentes grados de centralidad (Abric, 2003 citado por
Las palabras y frases que son frecuentemente evocadas y son ponderadas con una
mayor importancia, aparecen en el cuadrante 1 del gráfico cartesiano y conforman
el núcleo de la representación social. En el segundo cuadrante (primera
periferia) emergen las palabras que son evocadas con alta frecuencia, pero a las
cuales se les asigna escasa importancia. En el tercer cuadrante se sitúan los
elementos considerados innovadores o de contraste, pues corresponden a las
palabras que son citadas de manera poco frecuente, pero a las cuales se les
confiere gran importancia. Finalmente, en el cuarto cuadrante, denominado
segunda periferia, aparecen las palabras o frases que son evocadas con menor
frecuencia y consideradas menos importantes (
Una virtud de esta técnica consiste en que mediante un análisis lexicométrico de
los datos se puede reconstruir la estructura y el campo central de la
representación, a partir de la producción de los propios sujetos. Debido a que
al ser instados a hacer evocaciones y asignar un orden de importancia a sus
propias palabras, llevan adelante un trabajo cognitivo de reflexión (
Para
El análisis del contenido denotado y connotado de los dibujos realizados por los sujetos, a partir de un cierto término inductor (evocador) en paralelo a la técnica de la evocación jerarquizada, puede contribuir a una mejor reconstrucción de la estructura y del campo central de la representación; todo ello a partir de la producción cognitiva de los propios sujetos.
La técnica del diferencial semántico facilita indagar en actitudes, motivaciones, creencias y otros fenómenos relacionados con el objeto de representación. En esta técnica se le ofrece al sujeto la posibilidad de calificar un objeto de actitud a partir de un conjunto de adjetivos bipolares. Para indagar acerca de las opiniones sobre la tecnología se diseñó un diferencial de cinco ítems y seis posibilidades de calificación, lo cual permitiera expresar el grado de acuerdo con enunciados diversos (diferencial 1).
Estos enunciados fueron elaborados a pares, cuidando su coherencia con posicionamientos filosóficos opuestos frente a la tecnología (por ejemplo, teoría crítica frente a instrumentalismo/determinismo). Para aplicarla se solicitó a los sujetos que luego de leer cuidadosamente los enunciados marcaran con una cruz en un casillero más próximo a uno u otro de estos, según su grado de acuerdo.
Para indagar en la posible relación que los estudiantes encontraban entre el diseño gráfico y la tecnología se diseñó un segundo diferencial semántico de siete ítems (diferencial 2). En este caso se solicitó a los entrevistados que valoraran el grado de parecido que encontraban entre un diseñador gráfico y diferentes profesionales en una escala de seis posibilidades desde un polo “muy parecido” a otro “muy diferente”.
Los datos fueron procesados mediante un análisis lexicográfico. Se analizaron las palabras y frases evocadas y, teniendo en cuenta las explicaciones escritas por los sujetos, se elaboró un glosario que reúne sinónimos o con significados semejantes. A partir de este se desprendieron seis categorías englobantes de diversos subconjuntos de palabras y frases:
Tecnología computacional y telefonía celular (A). Se reunieron aquí
todas las palabras y frases que hacían referencia a las tecnologías
digitales, en particular relacionadas con la comunicación, pero que
además explicadas connotaban objetos de consumo como: celular,
smartphones, computadoras, aplicaciones, comunicación, softwares,
entre otras. Bienestar inmediato (B). Se reunieron aquí todas las palabras y
frases que explicadas hacían referencia a la tecnología asociada al
confort y al bienestar, y en particular al ahorro de tiempo como
parte de ese bienestar: rapidez, “acortar tiempos”, “facilita la
vida”, funcionalidad, ventajas, “mejor calidad de vida”, entre
otras. Progreso e innovación globalizados (C). Se reunieron aquí todas las
palabras y frases que explicadas hacían referencia al desarrollo de
la tecnología como avance de forma independiente de la voluntad
humana. Es decir, palabras que asignan un carácter positivo y
autónomo a la tecnología: avance, avanzada, moderna, importante,
innovador, innovación, progreso, evolución, futuro, entre otras. Valoraciones morales (D). Se reunieron aquí todas las palabras y
frases que explicadas hacían referencia a juicios críticos y en
particular relacionados con una conciencia medioambiental:
sustentabilidad, conciencia ambiental, mejora de productos, entre
otras. Visión apocalíptica (E). Se reunieron aquí todas las palabras y
frases que explicadas hacían referencia a la tecnología como
peligrosa para el hombre, ya sea por su posible dependencia de ella
o por su desarrollo autónomo como: “tecnología enemiga de la
comunicación cara a cara”, “sin la tecnología no vivimos”, tiempo,
comunicación, distracción, dependencia, contaminación, entre
otras. Condiciones necesarias y actividades asociadas a su existencia (F).
Se reunieron aquí todas las palabras y frases que explicadas hacían
referencia a las condiciones vistas como necesarias para la
existencia o el desarrollo de la tecnología: creatividad,
imaginación, conocimiento, inteligencia, exploración, ciencia, entre
otras.
Las medias de la frecuencia de evocación y la importancia asignada se calcularon
para las categorías desprendidas. Los resultados permitieron la construcción de
gráficos cartesianos donde el eje “X” corresponde a la frecuencia de evocación y
el eje “Y” a la importancia asignada a cada una de las categorías. Para la
muestra 1 (aspirantes al ingreso) los resultados se muestran en la
En el primer cuadrante, correspondiente al núcleo de la representación social, encontramos tres categorías. La primera de ellas es A (tecnología computacional y telefonía celular) (34,33). Las categorías B (bienestar inmediato) (27,26) reúne los términos y frases asociados no solo con el confort, sino también con la rapidez con que la tecnología facilitaría su alcance. La tercera categoría en el núcleo, muy próxima a la anterior, es la C (progreso e innovación globalizados) (25,25), esta incluye todos los términos de los cuales se infiere una asociación fuerte entre desarrollo tecnológico y avance social o mejora para la sociedad.
Los cuadrantes 2 y 3 aparecen vacíos. En el cuadrante 4, correspondiente a la segunda periferia, encontramos las restantes categorías. La que presenta mayor frecuencia de evocación en esta periferia es la categoría E (visión apocalíptica) (9,8), la cual reunió a todas las referencias a aspectos negativos de la tecnología con énfasis en los derivados del rol subordinado del ser humano frente a una tecnología en particular o del posible desarrollo autónomo de la tecnología.
Esta categoría incluyó palabras que refieren, en particular, a las tecnologías duras y con alto grado de automatismo, implicando un sujeto externo por completo, el hombre como espectador sin injerencia en su control. Finalmente (con baja frecuencia de evocación y escasa importancia), aparecen las otras dos categorías. Una de estas es la F (condiciones necesarias y actividades asociadas a su existencia) (4,6), la cual involucra palabras que asocian creatividad, imaginación o conocimiento con los requisitos necesarios para desarrollar la tecnología.
Esto mostraría que, en escasa medida, estos sujetos relacionan la tecnología con
el intelecto humano o la consideran producto del intelecto humano. La otra
categoría es la D (valoraciones morales), con la menor frecuencia y la mínima
importancia (1,2), esta reunió todos los juicios sobre la tecnología con
particular énfasis en posibles consecuencias medioambientales del desarrollo
tecnológico. Para la muestra 2 (ingresantes al primer año común) los resultados
se muestran en la
Como puede observarse, la estructura y el contenido de las representaciones sociales de los sujetos que aprobaron el curso de ingreso son prácticamente idénticas a las de los aspirantes (muestra I). En el núcleo de las representaciones de estos sujetos emergen nuevamente tres categorías: A (tecnología computacional y telefonía celular) (39,41); B (bienestar inmediato) (25,26); y C (progreso e innovación globalizados) (24,23) con coordenadas muy similares a las de la muestra anterior. Lo mismo ocurre con la ubicación en la que aparecen el resto de las categorías: las categorías E (visión apocalíptica) (6, 6); F (condiciones necesarias y actividades asociadas a su existencia) (3,3); y D (valoraciones morales) (3,1) surgen en posiciones relativas muy semejantes a las del caso anterior.
Primero se solicitó a los entrevistados que dibujaran lo que viniera a su mente al pensar en la tecnología. Se les aclaró que, en este caso, no era relevante la calidad del dibujo, sino aquello que expresasen con éste. A continuación se les solicitó que explicaran por escrito qué significado tenía para ellos lo que dibujaron. El equipo investigador registró también los dichos de los sujetos mientras dibujaban de modo de complementar los datos escritos y graficados.
Los dibujos fueron examinados en dos instancias. En la primera se realizó un análisis descriptivo de los objetos dibujados. A partir de este se desprendieron categorías para agruparlos y se calcularon las frecuencias con las cuales los sujetos los dibujaron. En este caso, el análisis se restringió al nivel denotativo, por lo cual se contabilizaron objetos aisladamente, ignorando las relaciones entre estos y tomando como una totalidad los casos donde el dibujo constituía una composición abstracta.
De este análisis se obtuvo que la mayor parte de los sujetos de las dos muestras
(89%) dibujaron pantallas, teléfonos celulares, computadoras o componentes de
estos (
Fuente: elaboración propia.
Muestra 1
Muestra 2
Total de sujetos
18
17
Categorías
Frecuencia
%
Frecuencia
%
Tecnología computacional y telefonía
celular
16
88,9%
14
82,4%
Aparatos y herramientas
1
5,6%
3
17,6%
Figuras humanas
2
11,1%
1
5,9%
Configuraciones abstractas
1
5,6%
1
5,9%
otros
1
5,6%
0
0,0%
En muy escasas ocasiones los sujetos dibujaron aparatos electrodomésticos o herramientas. Solo en dos casos en la muestra 1, y en un caso en la muestra 2, apareció la figura humana en relación con la tecnología. Las configuraciones abstractas también fueron escasas en los dibujos de ambas muestras.
Respecto de la ausencia generalizada de la figura humana en los dibujos sobre la tecnología inferimos que podría relacionarse a los paradigmas o enfoques desde los cuales se entiende a esta. Si la tecnología se comprende desde una perspectiva determinista, el rol del ser humano es el de un espectador que no tiene injerencia alguna en su desarrollo ni tampoco en su contenido. Desde esta mirada, tanto artefactos como sistemas siempre sostienen y reproducen el orden social preexistente sin que el sujeto pueda intervenir sobre estos.
El diferencial 1 contó con cinco pares de enunciados contradictorios (opuestos)
entre sí, y se solicitó a los sujetos que expresaran su grado de acuerdo con uno
u otro de los polos. Los enunciados opuestos fueron aquellos que se consignan en
el
Fuente: elaboración propia.
Polo I: (Enunciados coherentes con la Teoría
Crítica de la Tecnología).
Polo II: (Enunciados coherentes con
posicionamientos deterministas y/o instrumentalistas frente
a la tecnología).
Si una tecnología produce efectos negativos, la
sociedad debería poder decidir si se la desarrolla o
no.
e
Si una tecnología produce efectos negativos,
siempre se puede corregir con más tecnología.
No siempre hay equilibrio entre los efectos
beneficiosos y negativos de la tecnología.
d
Siempre hay equilibrio entre los efectos
beneficiosos y negativos de la tecnología.
El criterio para valorar un desarrollo
tecnológico depende del punto de vista que se tenga. Lo que
es una ventaja para unos puede ser una desventaja para
otros.
c
El mejor criterio para valorar un desarrollo
tecnológico es su costo económico y las ventajas que
reporte.
Desde el proyecto tecnológico se condicionan
los usos que se le pueden dar en el futuro a cualquier
tecnología.
b
La tecnología no es buena ni mala en sí misma,
depende del uso que se le dé.
El desarrollo de la tecnología puede ser
controlado por los ciudadanos si participan
democráticamente.
a
La tecnología siempre avanza, es imposible
evitarlo.
Los resultados se analizaron para cada una de las muestras. Cada elección se
convirtió en un número positivo o negativo según el polo al cual estuviera más
próxima, como se esquematiza en la
En ambos casos para la muestra 1 (
En otras palabras, si se considera que la tecnología siempre avanza sin que sea posible evitarlo, y que además no es buena ni mala en sí misma, sino que todo depende del uso que se le dé, es imposible o al menos poco viable que la sociedad pueda establecer criterios para valorar efectos beneficiosos o perjudiciales, y mucho menos decidir si una tecnología se desarrolla o no.
Al hacer un análisis más detallado podemos ver que para algunos enunciados, como en los 2) y 3), las opiniones se refuerzan luego del curso de ingreso, en tanto en otros como el enunciado 1) ocurre lo opuesto. Las elecciones de los aspirantes al ingreso se ubican más próximas al centro (es decir, a una posición intermedia) para el caso de la neutralidad de la tecnología (enunciado 2), y se tornan más convencidos cuando ingresan a la carrera. En situación opuesta, la convicción del avance autónomo de la tecnología es fuerte para los aspirantes al ingreso y se hace más débil para los ingresantes.
El diferencial 2 contó con siete ítems y una escala de seis posibilidades entre los polos: muy parecido (+3) y muy diferente (-3). Los ítems fueron profesionales de distintas disciplinas: artista gráfico, comunicador social, creativo publicitario, tecnólogo, científico, artesano, informático y otro.
Los resultados se analizaron para cada una de las muestras. Para cada profesional se realizó la suma de los puntajes asignados. Con el propósito de que las respuestas nulas no alteraran los resultados se dividió la suma en la cantidad total de respuestas, es decir, se trabajó con el promedio de las respuestas válidas.
Al analizar el total de las respuestas de la muestra 1 (ver
Para los sujetos de la muestra 2 (ver
Los gráficos son elocuentes para estos sujetos, no existe una relación evidente entre un diseñador y un tecnólogo. El quehacer de un diseñador estaría disociado de la tecnología y también de la ciencia. Los resultados son coherentes con la estructura de sus representaciones sociales.
En primer término, podemos decir que la presencia de la categoría “tecnología computacional y telefonía celular” en el núcleo de la representación social sobre tecnología de los sujetos de las dos muestras, junto al contenido mayoritario denotado por los dibujos, develan una visión generalizada que reduce el universo de lo tecnológico a lo computacional y en especial a los productos y servicios que sirven a la comunicación (pantallas, celulares e internet).
Las otras dos categorías en el núcleo de la representación, “bienestar inmediato” y “progreso e innovación globalizados”, así como el acuerdo generalizado con los enunciados 1 y 2 del polo II del diferencial semántico (“La tecnología siempre avanza, es imposible evitarlo” y “La tecnología no es buena ni mala en sí misma, depende del uso que se le dé”) son propias de una mirada coherente con un posicionamiento determinista frente a la tecnología, pues esta es considerada neutra o libre de valores y su desarrollo absolutamente independiente del hacer o la voluntad humanos. Es decir, el hombre no está presente en la tecnología. La ausencia generalizada de la figura humana en los dibujos sobre la tecnología resulta también congruente con este posicionamiento. Sumado a todo ello las evocaciones que refieren a “avances tecnológicos” dan por descontado que todo desarrollo es positivo en lo social.
La categoría “visión apocalíptica” que emerge en la segunda periferia en las dos muestras podría estar relacionada también con la noción del desarrollo autónomo de la tecnología, la cual tendría como consecuencia que, de existir efectos negativos, estos serían imposibles de controlar y por ende considerados catastróficos. También en las dos muestras la categoría “valoraciones morales” es la única de las identificadas que podría ser asociada más claramente con un posicionamiento crítico frente a la tecnología; aparece en la segunda periferia con escasa frecuencia e ínfima importancia. Devela así que estos sujetos no han podido construir aún una mirada crítica.
En segundo término, al comparar la estructura y el contenido de las representaciones sociales de las dos muestras podemos ver que no hay modificaciones en las categorías presentes en el núcleo y en la periferia. Solo cambian su importancia y frecuencia relativas, pero se mantienen en el mismo cuadrante en todos los casos. Esto nos lleva a pensar que el curso de ingreso no ha logrado marcar una impronta que incida en las concepciones de estos jóvenes acerca de la tecnología y las acerque a los postulados en los cuales se sustenta la propuesta académica de la institución.
Todo lo expuesto nos permite considerar corroborada en alto grado la hipótesis de partida. Es decir, la concepción de la tecnología que develó el análisis de las representaciones sociales de los jóvenes, abordados desde esta investigación, es reduccionista en tanto hace equivalente la noción de tecnología a un subconjunto de esta: la tecnología computacional. Dicho de otro modo, en sus concepciones un particular asume el lugar del universal, obstaculizando una comprensión profunda de su esencia.
Sumado a esto, estos jóvenes, en general, conciben a la tecnología computacional
desde una mirada ingenua, instrumentalista o determinista que los lleva a asociar la
idea de avance tecnológico con un camino hacia un mayor bienestar. Para
Esta visión de los sujetos abordados, sin duda, les obstaculiza que puedan asumirse como protagonistas del desarrollo tecnológico y los relega al rol de espectadores o consumidores acríticos de productos tecnológicos. Resulta entonces comprensible que sea difícil para ellos entender al diseño gráfico como una disciplina tecnológica, y a su quehacer como el de un productor de tecnología. Mucho más aun pensar que puedan valorar las consecuencias de su accionar desde una mirada como la teoría crítica de la tecnología.
La situación develada constituye un reto para los docentes en tanto nos desafía a
trabajar para una formación que promueva el tránsito hacia miradas más críticas y
comprometidas sobre la tecnología. Miradas que dejen en evidencia que las
tecnologías pueden funcionar, tanto como factor de emancipación como de opresión
(